lunes

- No hay que intentar doblar la cuchara, eso es imposible. En vez de eso sólo procura comprender la verdad.
- ¿Qué? ¿qué verdad?
- Que no hay cuchara
- ¿No hay cuchara?
- Si lo haces verás que no es la cuchara la que se dobla, sino tú mismo.




No hay cuchara.
A Paradick Lamia y a Tyler Durden no les importa.
Paradick Lamia y Tyler Durden comen con las manos.
Como los héroes.
Como los mono mandados al espacio.
Como los conejitos suicidas.
Comen con las manos y comparan el tamaño de sus penes.
El tamaño de sus penes y la dureza de sus abdominales.
Golpean sus torsos desnudos.
Luchan con las manos desnudas.
Desnudas y manchadas de sangre.
Manchadas de su sangre y la de otros.
Comparten la comida y la sangre de sus manos .
Cazan con las manos desnudas.
Sueñan con vivir en extensos maizales.
Cazando con las manos desnudas.
Luchando con la manos desnudas.
Desnudas y manchadas de sangre.
Como sus Ancestros.
Como los monos mandados al espacio.
Como los conejitos suicidas.
Amando a sus mujeres con con el torso y las manos desnudas.
Amando a sus mujeres bajo la luna y las estrellas en vastos paramos.
Como sus Ancestros.
A fin de cuenta ellos no necesitan la epidural para nada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Queréis un mundo así para tener el poder sobre otros. En un mundo así, los débiles no podemos competir: en cambio, en este mundo los débiles podemos comprar armas, tomar antibióticos o recibir anestesia antes de una amputación. Si soñáis con los campos de maíz es para libraros de la competición de los débiles, y por lo tanto para pelear menos, y por lo tanto para vivir mejor. Taylor y tú, los fuertes, seríais los jefes de la tribu y estaríais todo el día dormidos encima de la piel de oso, mientras vuestras mujeres cazan para vosotros. Taylor y tú no estáis interesados en la comunidad, y por lo tanto no sabéis construir ninguna; y mucho menos vivir en ella sin convertiros en lo que más despreciáis: unos hipócritas, unos vagos y unos abusones.