viernes

Mientras dormia

Estaba seguro. El sonido de la puerta de su casa al abrirse era inconfundible, sonaba a iglesia. Cada vez que metía la llave tenia la sensación de estar profanando un lugar sagrado, hasta el punto, de que en mas de una ocasión, había entrado en su casa con los ojos cerrados esperando aparecer en una catedral de la otra punta del mundo. Nunca había pasado. Detrás de la puerta de su casa permanecida impasible su casa, aunque el sonido lo desmintiese.
Por si acaso, al mismo tiempo que se limpiaba los pies en el felpudo se santiguaba. Pese su ateísmo madurado le gustaba ser políticamente correcto con estos temas. El hecho de no creer en Dios, no impide formar parte de el grupo de personas que lo temen y veneran. Había estudiado filosofía y teología para poder declararse abiertamente ateo y santiguase por si acaso.
El caso es que como Teólogo licenciado podía afirmar,con conocimiento de causa, que lo que le había despertado en mitad de la noche era el inconfundible sonido de una iglesia al abrirse. Como el techo que vio al abrir los ojos fue el de su habitación, llego a la conclusión de que era la puerta de su casa lo que había escuchado. Con el fin de demostrase a si mismo que había acertado, se dirigió a la entrada y sonrió satisfecho al ver la puerta abierta. Cuando el enmascarado desconocido surgió de entre las sombras no lo dio tiempo de quitar la sonrisa, estúpida por cierto, antes de que el estallido del revolver le obligara a cerrar los ojos mientras se santiguaba.
Al abrirlos y ver al hombre con barba, que mas tarde se presentaría como San Pedro, junto a una puerta que le recordaba extrañamente a la suya, se alegro de haber estudiado teología y no veterinaria como su madre había insistido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tio eres un crack!! escribes mu bien en serio...
yo estudiare teologia!! jajaja paso de enfermeria!! jajaja